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No dejes que una gota de agua se convierta en una bola de nieve

Actualizado: 5 jun 2023

No dejes que una gota de agua se convierta en una bola de nieve.

A menudo las cosas “explotan” en el mundo de la empresa; llega un momento en el que ciertos procesos que venían fallando saltan a la vista. Estaban funcionando de manera errónea más vos como gerente no lo veías.


Casi nunca sucede que algo falla de un día para el otro de manera tan explícita. Más bien una pequeña gota de agua iba cayendo suavemente, pero al ir pasando el tiempo se convirtió en una gran bola de nieve.


¿A la gerencia se le escapa la tortuga?


Foto de Yan Krukov en Pexels


No siempre la gerencia puede ver las pequeñas situaciones que molestan a los clientes. Las empresas no están orientadas realmente a escuchar a sus clientes. Desde luego no podemos generalizar, y no estoy hablando de mala voluntad. Muchas veces en efecto tenemos la intención de mejorar la experiencia de nuestros clientes, pero la cantidad de obligaciones que tenemos en el día a día nos tapa. Quizás pequeñas situaciones que se podrían resolver fácilmente quedan relegadas detrás de una montaña de urgencias, o de mala comunicación entre áreas de la organización.


"He aquí la ironía: esas urgencias que tenés que atender hoy,

fueron las pequeñeces que dejaste pasar hace unos meses."


Importante Vs. Urgente


Identificar cuáles son las cosas importantes, y cuáles son las urgentes, es clave para dedicarle tiempo y energía a ambas. Como gerente, dueño o dueña, de una empresa siempre es necesario tener una buena organización de la agenda, te salvará de posponer cosas importantes, por no tener el tiempo suficiente. Acá de nuevo, el elemento clave es el tiempo.


Foto de Anete Lusina en Pexels


¿Cuántas veces te decís a vos mismo,

a vos misma, no tengo tiempo?


La realidad es que tu día tiene solo 24 horas, igual que el mío. No es que no tenés tiempo. Más bien es que necesitás aprender a priorizar tus actividades. No creo en fórmulas mágicas para mejorar esto. Pero si te confirmo algo: todo arranca por tu decisión. Dedicarle tiempo de calidad a planificar y a estar atento a pequeños detalles del día a día, sin dudas es el camino para minimizar las urgencias. Si llegás a realizar esto, es probable que tu cliente no tenga que pasar por alguna mala experiencia.


No dejes para mañana…


Si podés evitar que las cosas importantes se conviertan en urgencias, tendrás el 80% del trabajo resuelto. Siempre habrá imprevistos y siempre habrá errores. Sin embargo, cuanto antes detectes las fallas en tus procedimientos, menos traumática será la experiencia para tus clientes externos (a quién vendés tus servicios) e internos (tu equipo).


Querida y querido lector, como siempre muy contento de llegar a vos con estas líneas.

Espero te traiga claridad y te ayuden a construir una empresa que realmente brinde un servicio de excelencia.


Siempre deseando que vos, tu equipo y tu familia se encuentren muy bien;

te dejo un abrazo grande,

GUS


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